Autora: Kylie Scott
Editorial: Libros de Seda
Páginas: 320
Fecha de publicación: mayo de 2017
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-8416550968
PVP: 17,95€
Solo tenia que fingir ser su novia ¿Puede surgir el amor de un acuerdo de conveniencia entre una buena chica y una estrella de rock?
Mal Ericson, el batería de la banda Stage Dive, necesita limpiar su imagen y rápido —aunque solo sea durante un tiempo—. Y para conseguirlo, nada mejor que llevar del brazo a una buena chica que le haga el trabajo. Lo que no espera es que este arreglo temporal se convierta en algo permanente...
Anne Rollins nunca pensó que conocería a una estrella del rock de las que colgaban de las paredes de su habitación... y mucho menos en esas circunstancias. Anna está mal de dinero. Muy mal. Pero eso de aceptar que le paguen para interpretar el papel de la novia buena que sale con el batería de un grupo no puede acabar bien. ¿O tal vez sí?
Evelyn tenía todo su futuro planeado: obtener un puesto en prácticas en una de las empresas de arquitectura más importantes del país, viajar a Las Vegas con tu mejor amiga para celebrar sus veintiún cumpleaños y, sobre todo, no casarse a una edad tan temprana. Evelyn despierta en Las Vegas resacosa, con un tatuaje en su nalga y con un anillo en el dedo. Y eso no es lo peor, pues ha tenido que ser con uno de los integrantes del grupo Stage Dive, conocidos a nivel mundial. Ahora todos conocen a Evelyn y ella no conoce ni a su actual marido, pues no recuerda nada de lo ocurrido esa noche. Sin embargo, pese a las intenciones de Evelyn por dar marcha atrás en su matrimonio, David Ferris le enseñará a pensar en ella misma, a dejar a un lado el sueño de los demás para alcanzar los suyos y, sobre todo, a amar.
Tras meses sin tocar un solo libro por un bloqueo lector, Todo en una noche ha puesto punto y final a mi desesperación. La primera entrega de Stage Dive la he devorado en tan solo dos días y es que aunque la novela deja que desear, engancha.
Todo hacía parecer que Solo fue un juego iba a ser la NOVELA de la serie Stage Dive. Sin embargo, de nuevo se echa en falta ese algo difícil de explicar pero que hace de un libro un para siempre. Mal era mi integrante favorito de la banda y pese a que su carisma, bondad y diversión se mantienen, esperaba mucho más de este personaje, sobre todo la seriedad que apreciamos en la primera entrega de la serie (era poca, pero era seriedad al fin y al cabo). Es por ello por lo que toda la seriedad recae en Anne. Anne tiene un gran corazón, pero la vida parece reírse de ella porque cuando menos lo espera alguien parece romperlo: pareja, amigos, compañeros de piso, etc. No obstante, entre sus objetivos está no rendirse y es que Anne es toda una luchadora. Ha conseguido salir adelante con muy poco y se ha convertido en una madre para su hermana gracias a ese espíritu. No obstante, a Anne le falta serenidad y en ocasiones puede llegar a sacar de quicio al lector. La protagonista femenina es seria y a su espalda tiene muchas responsabilidades, por lo que su impasibilidad en ocasiones resulta incomprensible 💑 Anne y Mal son la antítesis, pero también el yin y el yang. Se complementan de una manera espectacular. Por otra parte, seguiremos prestando atención al resto de chicos Stage Dive 👥 En esta ocasión conoceremos un poco más a Jimmy y Ben pero, además, sabremos cómo ha continuado la vida de pareja de David y Evelyn.
Chico desea lavar su imagen de mujeriego. Chica necesita dinero para poder pagar las facturas de su apartamento. Chica y chico se conocen, se detestan y se hacen amigos 💏 Una historia típica y llena de tópicos, pero con una narración que mantiene en vilo al lector en todo momento. Kylie Scott vuelve a enganchar con un pluma ágil y directa. Sin embargo, volvemos a conocer ese instalove que ya se nos presentó en la primera entrega, aunque en esta ocasión parece haber un poco más de lentitud. No obstante, el problema recae en las presunciones que tenía sobre esta novela. Conoceremos a un Mal completamente distinto a la anterior entrega y a una protagonista femenina cuyos actos no concuerdan con su forma de pensar, lo cual puede dar un poco de dolor de cabeza en ocasiones 👐 Narrado en primera persona por Anne, he echado en falta conocer los pensamientos de Mal. No obstante, en Solo fue un juego encontramos adicción. Será difícil despegar los ojos de sus páginas. En mayor plus de esta novela a diferencia de su anterior entrega es que ahora se tiene más en cuenta el tiempo a la hora de crear las tramas y no todo sucede en dos páginas, permitiendo al lector asimilar lo sucedido y dando un toque mucho más realista a la historia. Solo fue un juego es una novela simple pero con un gran poder de atracción. Además, la presencia del resto de integrantes de la banda provoca muchísimas ganas de leer las distintas continuaciones de Stage Dive.
¡La vida es como una magnífica canción, Anne! Vamos a tocarla.