Título original: The winner's crime
Autora: Marie Rutkoski
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 392
Año de publicación: 2016
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-16620-43-2
PVP: 16,90€
PRIMER CAPÍTULO AQUÍ
«Si Arin se enteraba, se opondría. Se autodestruiría.
Si el emperador se enteraba de que lo había hecho,
Seguir a tu corazón puede ser un crimen. La boda de un miembro de la realeza es el sueño de muchas chicas. Implica una celebración tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversión hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. Kestrel está convirtiéndose en una maestra del engaño. Ha empezado a hacer de espía en la corte. Si la descubren, su país la considerará una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo… y, en el proceso, está a punto de descubrir un espeluznante secreto.la destruiría a ella.»
Reseña La maldición del ganador [El ganador 1] (x)
Kestrel ya ha tomado una decisión, aunque eso signifique contraer matrimonio con el hijo del emperador. No obstante, hay ocasiones donde la duda llama a su puerta. En una de estas situaciones y con el pensamiento de Arin en la cabeza, Kestrel se convertirá en una espía del ejército herraní. Intentará escuchar y leer todo lo que tiene que ver con el emperador. Sin embargo, en su espionaje influirá el amor que siente hacia Arin y el odio que éste le tiene a ella. Y, además, debe hacer frente a la soledad. Sus amigos se encuentran cada vez más alejados. No existe la confianza en Kestrel. Pero ahora Kestrel no puede ser descubierta, pues si alguien conoce su secreto su vida correría peligro incluso siendo la futura esposa del príncipe del Imperio.
La primera entrega me fascinó. La intriga y las ganas de continuar leyendo hicieron que corriese a la librería más cercana a comprar su continuación. No obstante, la segunda entrega no ha podido superar el inicio de la trilogía.
Kestrel sigue sorprendiendo. Posee tal madurez que no deja indiferente a nadie. En esta segunda entrega encontramos a una Kestrel mucho más fuerte que antes aunque parezca imposible. Además, conoceremos algo nunca antes visto: su capacidad persuasiva. Si creías que lo habías visto todo sobre este personaje, aún no has visto ni la mitad de ella. Arin, por su parte, quedará relegado a un segundo plano. Volvemos a ver su lado vengativo. No obstante, he caído rendida a sus pies. El amor que siente hacia Kestrel es tan, tan bonito que es imposible que el personaje no guste. Por otra parte, volveremos a ver a personajes secundarios como Jess, aunque en esta ocasión la mejor amiga de Kestrel me ha defraudado bastante por sus actitudes antipáticas y su poca empatía; y conoceremos otros como al emperador, sin duda una persona despiadada y sin corazón.
La lujosa vida ha dado paso a la tensión. Acción, secretos y amor desde la primera a la última página. El lector no podrá apartar los ojos de la novela. Sin duda, El Crimen del Ganador tiene poco que envidiar a su predecesora. Volveremos a conocer los distintos puntos de vistas (Kestrel y Arin) y los giros inesperados están asegurados. Podemos dividir la novela en dos partes. La primera correspondería a páginas llenas de pensamientos emocionales de los protagonistas, mientras que a partir de la mitad del libro la trama se complica y se da paso a la acción. Marie Rutkoski es fenomenal escribiendo. Su pluma no deja indiferente a nadie. Tiene la capacidad de llevarnos del amor al odio en apenas unas líneas. Conviene destacar las últimas páginas de la novela, todas ellas llena de angustia e incertidumbre. Sin duda, el final es la guinda del pastel. No obstante, esta segunda entrega se presenta como una buena base para el final de trilogía, un final que promete ser prometedor.
—Estoy algo preocupada por ti, Maud. Estás demasiado delgada y muy pálida, sobre todo ahora, de cara al invierno que se avecina aquí en París. Me temo que te estás gastando en pinturas el dinero que tendrías que invertir en comida.
Maud notó que se ruborizaba y se irguió todo lo que pudo. Tanya hablaba muy deprisa, mirando al frente.
Maud notó que se ruborizaba y se irguió todo lo que pudo. Tanya hablaba muy deprisa, mirando al frente.
4'5/5
¿Os habéis atrevido con la trilogía?
¡Pasad un buen día!
¡Pasad un buen día!